Oscuridad invade las calles de Caracas aunque no está en el plan de racionamiento



La falla eléctrica en El Rosal obligó a usar transporte superficial a falta de Metro | Foto Omar VélizFalla de luz obligó a usar transporte superficial a falta de Metro | Foto Omar Véliz



Cuando se anunció el Plan de Administración de Carga, el ministro Luis Motta Domínguez dijo que para la capital venezolana estaba contemplado un anexo "A" dirigido a los sectores que consumieran demasiada energía; pero no ofreció más detalles sobre esta excepción. No obstante, sí ha habido problemas con la electricidad, especialmente en el alumbrado público. También se han reportado apagones

Hace ya más de un mes que el gobierno aplicó el plan de racionamiento eléctrico, conocido como Plan de Administración de Carga. En principio, cada usuario iba a estar sin energía durante cuatro horas diarias. La medida se dividió en cinco bloques: 8:00 am a 12:00 pm, 12:00 pm a 4:00 pm, 4:00 pm a 8:00 pm, 12:00 am a 4:00 am. Se exceptuó el horario de 8:00 pm a 12:00 am.
El 18 de mayo, el presidente Nicolás Maduro anunció una reducción a tres horas al día porque se había recuperado un poco el embalse del Guri. Además, indicó que entre las 10:00 pm y las 7:00 am no se suspendería más la electricidad. La modificación se cumple desde el 23 de mayo. El vicepresidente Aristóbulo Isturiz informó el miércoles que podría ajustarse a dos horas.
Aunque el ministro Luis Motta Domínguez dijo el 22 de abril, día en que anunció el plan, que los cortes iban a ser programados y controlados, algunos usuarios del interior se han quejado de que los horarios no se ejecutan correctamente. “El plan no se cumple. A veces pasan más de las cuatro horas. Hace días estuve 10 horas sin luz. Corpoelec no informa los cortes adicionales”, dijo Carolina Arias, residente de Barinas.
En Caracas no se han hecho racionamientos por ser la sede de la administración pública. Sin embargo, Motta Domínguez señaló, cuando notificó la medida, que para la capital estaba contemplado un anexo “A”, dirigido a los municipios que consumieran energía excesiva; pero no informó más detalles sobre esta excepción.
Eso no libró a la ciudad de la oscuridad. En algunos sectores han ocurrido apagones. Al no estar dentro del Plan de Administración de Carga, las razones de estas suspensiones provienen de fallas en el sistema, de acuerdo con representantes municipales. La falta de alumbrado público también ha sido motivo para que los caraqueños opten por llegar temprano a casa.
Calles fantasmales
Aunque tiene postes de luz, estos no son suficientes para iluminar la avenida Baralt, lugar que a las 7:00 pm cuenta más que todo con las luces de los vehículos que la transitan.
Un vecino de La Pastora contó que, cuando son más de las 9:00 pm, opta por subir a su casa caminando porque a esa hora ya no hay camionetas. No lo hace a través de la Baralt, por miedo a que lo roben, sino por donde está el Palacio Federal Legislativo. Cuando llega a la esquina El Conde, transita con paso acelerado porque ese trayecto está arropado de oscuridad. Luego de las 9:00 pm, la vía está desolada. “Ni un policía”, dijo.
“Hasta que llego donde está el Correo. Ahí la cosa está más iluminada porque es el sector en el cual se encuentra Miraflores. En el trayecto hacia La Pastora hay cuadras que no están iluminadas”. Otros días ha preferido pagarle a algún mototaxista, que cobra en promedio entre 400 y 600 bolívares. Eso depende de la hora o si es fin de semana. Un taxista le pide hasta 800 bolívares.
El día en que empezó el Plan de Administración de Carga (25 de abril) hubo un apagón en su sector. Tiempo después, se le dañó el microondas.
Una residente del Conjunto Residencial El Paraíso, mejor conocido como Las Torres Verdes, debía caminar de noche un tenebroso puente 9 de Diciembre cuando llegaba de la universidad. “Una vez mi mamá estaba caminando allí cuando detrás de ella robaron a una joven”, narró. Ahora parece no ser tan peligroso, gracias a que una vecina de Los Verdes, que trabaja en Corpoelec, gestionó la colocación de alumbrado.
No obstante, solo se llevó a cabo la instalación hasta la avenida Las Fuentes. La avenida Páez y las transversales tampoco cuentan con iluminación suficiente. Las calles parecen fantasmales y las aceras están plagadas de huecos. Se debe estar muy pendiente con lo que se pisa durante la noche.
Existen pocos puntos con funcionarios de seguridad. La vecina dijo que hay en el Multiplaza, en la plaza Madariaga, en la Iglesia La Coromoto y en el Restaurante La Toscana. De resto, de allí a La India la gente está desamparada.
Ha habido días en los que le ha tocado trasladarse hasta su casa en taxi, el cual aborda en La Paz. Hasta las 9:00 pm cobran 400 bolívares. Después de esa hora, son 500. “Aparte, no pueden cubrir la demanda. Mucha gente los usa. A veces tienes que compartir un vehículo con otra persona que también va a cancelar los 400 o 500 bolívares: parecen carritos por puesto pero no lo son”.
Otro habitante de Las Fuentes relató que sufrió un apagón: el 6 de mayo estuvo sin servicio desde las 2:00 am hasta las 11:00 am. Luego, en la misma fecha, le cortaron la electricidad entre las 5:00 pm y las 11:00 pm.
El 9 de mayo sucedió un apagón en la urbanización El Caribe de Catia, el cual afectó la rutina de las maestras del preescolar Yekuana. El corte pasó a las 11:00 pm y se extendió hasta las 10:00 am del 10 de mayo. Las educadoras tuvieron que subir a los niños a la terraza, donde hay ventilación natural y pudieron suministrarles el desayuno. Los mantuvieron allí hasta que el servicio fue reanudado.
“Causó descoordinación en la jornada de la mañana. Fue algo imprevisto. Lo hicimos de esta manera considerando a los representantes, porque ellos no tienen a alguien que les cuide sus hijos. Nos vimos en la obligación de hacerlo como institución”, indicó Fanny Acosta, directora de la escuela.
Añadió que la orden que obliga a no impartir clases los viernes perjudica la continuidad de las evaluaciones de los niños. Igualmente, reiteró, afecta a los padres que no tienen con quien dejar a sus hijos. “Muchos de ellos (los representantes) trabajan en empresas privadas. Deben buscar alternativas con vecinos que les cuiden sus niños los viernes”.
Acosta indicó que a la institución también le ha afectado la inestabilidad del servicio de agua. El Caribe ha estado hasta 22 días sin recibirla. A pesar de ello, la directora no se ha visto en la necesidad de suspender clases por este motivo. Por el contrario, ha afrontado el problema reduciendo el uso del recurso. Asimismo ha solicitado el servicio de camiones cisterna, que tiene un valor de 15.000 bolívares. “Pensamos en los niños primero”.
Sin racionamiento, pero igual se va la luz

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